jueves, 26 de febrero de 2009

El Tratado.

Entorné los ojos y miré a la oscuridad. El Crepúsculo se agitó y comenzó a arremolinarse detrás de mis párpados. Entonces, se desenrolló un lienzo oscuro sobre el que aparecían hileras de brillantes letras rojas. Reproducir el Tratado de memoria está prohibido. Solo se permite leerlo:

Nosotros somos los Otros.
Servimos a diversas fuerzas,
pero en el Crepúsculo no hay distinción
entre la ausencia de Tinieblas
y la ausencia de Luz.
Nuestra lucha puede destruir el mundo.
Hemos rubricado un Tratado de cese de hostilidades.
Cada una de las partes vivirá de acuerdo a sus leyes,
cada una de las partes tendrá sus derechos.
Y es así como limitamos nuestros derechos y nuestras leyes.
Nosotros, los Otros,
establecemos la Guardia Nocturna,
para que las fuerzas de la Luz vigilen
a las fuerzas de las Tinieblas.
Nosotros, los Otros,
establecemos la Guardia Diurna,
para que las fuerzas de las Tinieblas vigilen
a las fuerzas de la Luz.
El tiempo será quien decida nuestro destino.





Attentamente,
Tenebroso Lucas, Guardia Diurna.
26/02/2009 - 00.13 Hs.